A MIS AMIGOS

Los hijos tironeados Por Susi Mauer Hay relatos bíblicos que son contemporáneos. Consultado el  rey Salomón por el destino de un hijo disputado como propio por dos madres, propone la siguiente estrategia: "Partid en dos al niño vivo, y dad la mitad a la una y la otra mitad a la otra". De este modo, Salomón pronuncia su sentencia, confiando en que la  verdadera madre será la que renuncie a reclamar a su hijo con tal de salvar la vida de este. Divorcios controvertidos, demandas legales, medidas cautelares y situaciones de resentimiento no resueltas de la conyugalidad exponen con frecuencia a los hijos  a tironeos irresolubles. Con un grado de ensañamiento variable, pero lesivo siempre, eligen -a veces sin saberlo- al propio hijo como rehén. A todas las edades, los hijos vociferan: "¡A mí no me metan en el medio!". Pero ocurre que no solamente están en e l medio, sino que siguen siendo el blanco o, dicho de otra manera, el trofeo al que aspiran en la pugna. De aquella

“Cada cual hereda una enorme marca psicológica que carga como una trampa mientras no es consciente de ella”.   Este revolucionario y conmovedor método, creado por  Bert Hellinger  nos toca inmediatamente. Las imágenes y vivencias liberan fuerzas retenidas, reencarzas retenidas, reencauzando a la persona. Las soluciones conmueven a todos los presentes. Impresiona por su sencillez y suma eficacia. Todos y cada uno pertenecemos a una red, y ocupamos un lugar. Estar en sintonía con ello, restaura y dispone al mejor destino disponible. Constituye una herramienta profunda y fascinante, a la vez que efectiva. Tanto sean destinos trágicos, como impedimentos a la plenitud, derivan más de desórdenes y heridas al Alma Familiar en generaciones anteriores, que de la familia actual. El descubrimiento de lo transgeneracional revoluciona a la psicoterapia. Ordenar el sistema al que pertenecemos. Libera fuerza vital retenida. Equilibra el dar y el tomar en los vínculos. Facilita el fluir del amor. Per

Hagamos un ejercicio. Arrodillémonos en el piso e imaginemos por un momento que vemos el mundo desde allí, desde la altura que lo ven nuestros hijos. ¿ Cómo perciben ellos el proceso del divorcio? En "Divorcio, lo que los hijos querrían que sus padres supieran", el doctor Lee Salk, psicólogo infantil, explica que “la única preocupación avasalladora que el niño poseerá con seguridad, y quizá más encubierta que manifiesta, es saber si algo de lo que él mismo ha hecho puede haber causado la ruptura del matrimonio de sus padres. En otras palabras: -¿Qué fue lo que hice para provocar el divorcio?”. No hay que olvidar que, tal como explica Salk, “los chicos de menor edad, entre los dos y los cinco años, tienden a ver el mundo en un sentido más egocéntrico. En cierto sentido, sienten que las cosas suceden porque ellos las han provocado. Por ejemplo, un niño, caminando por la calle, ve la luna detrás suyo y observa: “La luna me está siguiendo”. En forma similar, los chicos oyen