Hermana de Cristina Fernández gana protagonismo tras años de bajo perfil
Desde
Febrero Giselle Fernández participó de actos políticos y dio una entrevista
radial.
En
medio de un año electoral, la aparición destacada de la hermana de la
presidenta de Argentina podría no ser algo fortuito o casual. Después de años
de haber mantenido un bajo perfil, Giselle Fernández, la hermana menor de la
mandataria Cristina Fernández, en las últimas semanas ha comenzado a ganar
protagonismo en actos oficiales y de agrupaciones kirchneristas,
dio por primera vez una entrevista a una radio, donde defendió la gestión del
Ejecutivo y a algunos de sus funcionarios.
Giselle
Fernández, quien tiene dos años menos que la presidenta, acudió a la llegada de
la Fragata Libertad,
en el puerto de Mar del Plata, en enero. Luego se la vio acudir a actos del
conglomerado K Unidos y Organizados. Y hasta habló con Radio Nacional,
donde con voz fuerte y propia dijo que ve a la mandataria “bárbaro” y que no ha
sido fácil escuchar las críticas que se le hacen. “Se han dicho barbaridades de
mi hermana y mi cuñado (el fallecido Néstor Kirchner)”, y “la verdad, no fue
fácil para mí, porque no están hablando de un dirigente, están hablando de tu
hermana, de tu cuñado. Son tu sangre y es difícil”.
Pese
a eso, aseguró que tanto Néstor como Cristina Kirchner “cambiaron el país y
tendrían que escuchar nada más que elogios y agradecimientos”. Afirmó que
“siempre va a haber gente que no te quiere, porque un poco de esto se trata, no
puede ser todo como uno quisiera”. Incluso, dijo que Kirchner tenía “estirpe de
prócer”.
La
mujer, quien se acercó mucho a la gobernante tras la muerte de Kirchner, en
octubre de 2010, elogió al viceministro de Economía, Axel Kicillof, y al
vicegobernador de la provincia de Buenos Aires, Gabriel Mariotto. Sobre
Kicillof, aseguró que “es un tipo maravilloso, es inteligente, es sencillo, es
un cuadrazo que tenemos”, mientras que de Mariotto, que fue quien comenzó a
llevarla a los actos políticos, dijo que es “un dirigente impresionante, tiene
toda la polenta”. También expresó sus deseos para que se recuperaran el
Presidente venezolano, Hugo Chávez (“El país le tiene que agradecer. Nos dio
una mano importantísima y ahora él la precisa”), y el músico Gustavo Ceratti
(“Nos hizo felices a muchos”).
La
hermana presidencial, médica de profesión, trabajó por 26 años en el hospital
Rossi de La Plata.
Cercana políticamente a los montoneros en los 70, siempre se
negó a trabajar en clínicas privadas. Sin embargo, hace cuatro años tuvo que
cesar sus labores y tramitar una licencia por problemas de salud, primero
oncológicos y después siquiátricos. Un trastorno de bipolaridad la mantuvo
encerrada y alejada. Según el periódico Perfil, el propio Néstor Kirchner
“habría ordenado que los contratiempos de la salud de Giselle no trascendieran
a la opinión pública”.
En
el libro La presidenta, de Sandra Russo, Cristina K habla de la enfermedad de
su hermana y de los comentarios en la prensa. “Decían que era yo la bipolar.
Les da lo mismo, mezclan todo. Confunden a una persona con la otra, pasan por
alto lo que significa en una familia ver a alguien tan joven ponerse tan mal.
Fue terrible cuando se enfermó”, aseguró (ver recuadro).
La
mujer se recuperó hace dos años, salió de su aislamiento y se mostró muy cerca
de la presidenta en el velorio de Kirchner en la Casa Rosada, en el
sepelio en Río Gallegos y en las primeras semanas de viudez.
Ahora,
cuando la cuñada de Cristina Fernández, Alicia Kirchner, no logra una imagen
positiva en los sondeos de cara a los comicios legislativos de octubre, donde
era presentada como una carta fuerte del oficialismo, la repentina exposición
mediática de la hermana menor de la presidenta bien podría tener algo que ver
con la apuesta electoral para renovar las caras del kirchnerismo.
Fuente. Diario La tercera
Fuente. Diario La tercera
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