CERRAR PUERTAS PARA AVANZAR...
Cerrar puertas se convierte en imprescindible cuando el presente no avanza.
El estancamiento, a menudo se produce por aferrarse a un pasado que todavía sigue abierto en nuestros corazones.
Cerrar puertas, es como limpiar un armario lleno de ropa que ya no nos pondremos ni le daremos ningún uso. Si esa ropa ya no sirve y la acumulas, llegará un momento en el que el armario quedará tan lleno de prendas inservibles, que no habrá espacio para las nuevas que sí nos aportarán cosas positivas.
Reflexiona, dedica tiempo a “dejar ir”, a aceptar lo que no pudo ser y no se olvidó. Vacía tus cargas y deja hueco para lo nuevo que está por llegar. El pasado es historia, sirve para tomar aprendizaje, pero jamás dejes que te estanque, porque el “ahora” no tiene nada que ver con el “ayer”.
Las personas cambian, evolucionan, aprenden de los errores y cada tiempo nuevo que tienes por delante, es una oportunidad para el desarrollo, para ser quien quieras ser y no necesariamente quien fuiste ayer.
El estancamiento, a menudo se produce por aferrarse a un pasado que todavía sigue abierto en nuestros corazones.
Cerrar puertas, es como limpiar un armario lleno de ropa que ya no nos pondremos ni le daremos ningún uso. Si esa ropa ya no sirve y la acumulas, llegará un momento en el que el armario quedará tan lleno de prendas inservibles, que no habrá espacio para las nuevas que sí nos aportarán cosas positivas.
Reflexiona, dedica tiempo a “dejar ir”, a aceptar lo que no pudo ser y no se olvidó. Vacía tus cargas y deja hueco para lo nuevo que está por llegar. El pasado es historia, sirve para tomar aprendizaje, pero jamás dejes que te estanque, porque el “ahora” no tiene nada que ver con el “ayer”.
Las personas cambian, evolucionan, aprenden de los errores y cada tiempo nuevo que tienes por delante, es una oportunidad para el desarrollo, para ser quien quieras ser y no necesariamente quien fuiste ayer.
¿POR QUÉ NOS AFERRAMOS AL DOLOR PASADO?
La mente subconsciente hace esta tarea, trata de que te aferres al dolor pasado. Te arrastra a que recuerdes una y otra vez situaciones que no fueron favorables, creándote así inactividad. Te hace pensar que si en el pasado te fue mal no merece la pena volverlo a intentar porque volverá a pasar lo mismo.
Tu parte racional puede ganarle la batalla a esos pensamientos negativos. Debes saber, que pasara lo que pasara en tu pasado, no tiene nada que ver con lo que está por llegar. A veces es cuestión de suerte, otras de que tomamos acciones equivocadas, pero ahora en el presente, con todo lo que hemos aprendido, con más madurez a nuestras espaldas, todo puede tomar un nuevo rumbo.
Muchas veces, la falta de fuerza de voluntad, mantiene a la persona sumida en el lamento y recuerdos pasados, porque es más cómodo y fácil revolcarse en la melancolía, que ponerse en marcha y hacer algo para abrir nuevas puertas.
Si estás dispuesto/a a limpiar el armario de prendas que no nos van a aportar nada positivo y quieres dar cabida a lo nuevo que está por llegar, tienes que convertirte en un ser “Creador”.
El que se sienta y no hace nada, no avanzará. Pensar y recordar es una trampa del subconsciente que te deja sumido en la inactividad. Para cerrar puertas, tienes que levantarte y salir a abrir nuevas oportunidades.
Para poder cerrar una etapa de una manera saludable, sin efectos secundarios, debemos dejar atrás el rencor, odio, culpabilidades , etc… Para esto, debemos interiormente, dar un adiós con afecto, sin resentimiento, cerrando el ciclo con aceptación, de una manera amistosa.
Hay casos y casos y es normal que a veces, si pasó algo muy negativo, sería muy difícil perdonar, dejar ir con amor. Pero cerrar una etapa con amor, no significa que haya que perdonar ni quedar amistosamente. Simplemente se trata de darle un argumento amistoso a la situación, para tus adentros, para que tu interior quede en calma, es un trabajo muy interior y no exterior.
Cuando insertamos algo nuevo en nuestra vida, la mente necesita un nuevo espacio para esa nueva etapa y borra un poco de lo pasado. Esto quiere decir que si haces algo que no hacías cuando estabas en la otra etapa, podrás olvidarlo todo mejor.
Hay cientos de cosas nuevas por hacer. Practicar deporte, llevar a cabo hobbies, apuntarse a excursiones, salidas, visitar sitios nuevos, viajar, cursos, nuevos aprendizajes, etc… incluso conocer a gente nueva aún teniendo amistades. Si haces cosas nuevas, olvidarás antes las etapas dolorosas pasadas.
Por el camino todos encontraremos cosas agradables, pero también espinas dolorosas. Si aún encontrándonos cosas negativas por el camino, somos capaces de seguir caminando hacia adelante, saldremos airosos de los problemas.
Nunca te detengas en tu camino, por muchas espinas que te encuentres. Levántate las veces que haga falta y sigue adelante. Sigue acumulando nuevas experiencias, que harán que todas las heridas pasadas vayan curando.
Cerrar puertas, para quitarnos ese peso que llevamos a cuestas. Cerrar etapas, para dar la bienvenida a lo nuevo que está por llegar.
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