Tomar Decisiones Inteligentes En Momentos Difíciles

Tomar decisiones Inteligentes es algo que es de vital importancia aprender, ya que hay momentos de nuestra vida que tenemos que tomar decisiones difíciles y no sabemos cómo hacerlo, son situaciones que nos cuesta decidir porque simplemente no sabemos que hacer. Son circunstancias que nos obligan a hacer un cambio y es por eso que nos resulta tan difícil decidir.

Tomar decisiones inteligentes en un momento difícil suele ser todo un reto, porque a veces son situaciones tan complicadas que es muy fácil quedarse paralizado sin saber que hacer.

Esto sucede por la sencilla razón de que nos da miedo equivocarnos. A la hora de tomar una decisión en un momento difícil lo que más cuesta es superar ese temor que se tiene de tomar una decisión errónea,  nos asusta lo que pueda pasar si la decisión que tomamos no era la correcta ni la más conveniente.

Y lamentablemente esto no hay forma de superarlo al ciento por ciento. Es por eso que tienes que tener muy claro que a la hora de tomar cualquier decisión siempre tendrás que enfrentarte con la incertidumbre, habrá momentos que será mayor y en otros menor, pero siempre estará presente en cada decisión que tengas que tomar

La clave radica en pensar.

La incertidumbre es esa sensación de inseguridad por no saber lo que puede ocurrir después de tomar esa decisión, y esto es algo con lo que hay que aprender a lidiar ¿Cómo? Pensando y analizando todos los posibles escenarios, ya que de esta forma estarás más preparado y así lograrás reducir esa emoción de duda por tranquilidad.

Esto es algo que muy pocas personas se paran a hacer y que resulta muy efectivo. Yo lo hago en cada situación donde tengo que tomar una decisión relevante y los resultados han sido muy positivos, debido a que me preparo mejor para lo que pueda ocurrir, así sea malo o bueno.

1- ¿Que es lo peor que me puede pasar si decido?
2- ¿Que es lo mejor que me puede pasar?
3- ¿Me compensa asumir el riesgo por esas ventajas?

En esté tercer paso se trata de ver que es lo que más conviene para ti, y para otros también, evaluando los riesgos.

El objetivo es tener claro todos los posibles escenarios, y prepararnos para ellos sea cual se la decisión que tomemos.

Yo soy de las que pienso que el que no arriesga no gana, pero también pienso que si mides el riesgo puedes hacerlo o no. Por ejemplo si el riesgo es terminar lastimando a la persona que amas,  pues no lo hago y si el riesgo es algo que puedo afrontar pues me arriesgo.

Lo importante es evaluar todo lo que puede pasar para saber a lo que te enfrentas para así poder  tomar una decisión inteligente, y eso lo hago aplicando los tres pasos mencionados anteriormente.

Recuerda…

“JAMÁS DEJES QUE LAS DUDAS PARALICEN TUS ACCIONES. TOMA SIEMPRE TODAS LAS DECISIONES QUE NECESITES TOMAR”. PAULO COELHO