De Narváez podría decir: "¡Si yo no tuviera dinero sería peronista"!!!

Francisco De Narváez podría decir: "¡Si yo no tuviera dinero sería
peronista"!! !

Poco importa si uno es rico o pobre. Macri no es peronista, es un
liberal u oligarca como le dicen los muchachos de la izquierda... .
Eso me recuerda las palabras de una compañera de la
universidad: "Si yo tuviera dinero sería de derecha y muy liberal"...
Sabias palabras las de aquella compañera, cuyo paso por la UTN
significó quedar embarazada y toda la nostalgia de Fidel Castro… ¡y
el bombo no peronista! Y además cortar sus estudios... Pero lo que
cuenta era la verdad y la sinceridad que salía de sus palabras...
La verdad de que los únicos privilegiados son los
funcionaros forrados en dineros y sus gatas en joyas y en cateras
Luis Vitton... Ups, no me quise referir a la Sra Presidenta, perdón.
No tiene nada de malo gastar el dinero, el tema es que es el dinero
del pueblo o, mejor dicho, del soberano... No, no, me mal
interpreta: no hablo de su esposo Néstor I.
Volviendo a nuestro amigo de Independiente (por lo colorado,
digo), Paco de Narváez no tiene militancia peronista. No sabe lo que
es comer mondongo en una unidad básica, ni los asados los viernes a
la noche con los borrachines colados y los muchachos que después de
la cena salían a pegar afiches para el candidato. Pensando que si
ganaban iban a tener trabajo para subsistir.
O más vieja aún la mística peronista...
Estoy seguro de que Paco no tiene compañeros, tiene militantes y
cree que el PJ es una sociedad anónima, donde cada candidato a
diputado y senador es gerente de área...
Muy lejos de la verdad...
La verdad es que se gasta millones de pesos en afiches -y en
repartir crucigramas para el "marketing personal" en la costa- que
pasan por la provincia sin pena y sin gloria, codeándose con el
gorilaje más acérrimo, al cual Perón los haría retorcer de la tumba.
Francisco de Narváez, paisano de Shakira, no sabe de militancia,
no sabe de entender al peronismo. Se cree que por comprar algunas
cosas del Pocho (Juan Domingo Perón) ya es militante.
¿Habra leído las 20 verdades? ¿Sabrá la diferencia entre líder y
conductor?
¿Entenderá por qué Evita dijo "volveré y seré millones"?
¿Podrá enseñarles a los pseudos peronistas que gobiernan al país
de qué se trata la doctrina Humanista Social y Cristiana?
¿Sabrá que el peronismo como tal es un movimiento que involucra
desde la derecha hasta la izquierda?
¿Entenderá que dentro del peronismo todo, fuera del peronismo
nada?
¿Sabrá cómo se organiza una unidad básica, de dónde viene el
término, que sale de la unidad más básica todavía que es la familia
como elemento indisoluble y básico de la sociedad...?
Le cuento las 20 verdades…
La verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que
el pueblo quiere y defiende un solo interés: el del pueblo.
El peronismo es esencialmente popular. Todo círculo político es
antipopular, y por lo tanto, no es peronista.
El peronista trabaja para el movimiento. El que en su nombre sirve
a un círculo, o a un caudillo, lo es solo de nombre.
No existe para el peronismo más que una sola clase de hombres: los
que trabajan.
En la Nueva Argentina el trabajo es un derecho, y es un deber, por
que es justo que cada uno produzca por lo menos lo que consuma.
Para un peronista no puede haber nada mejor que otro peronista.
Ningún peronista debe sentirse más de lo que es y menos de lo
que debe ser. Cuando un Peronista comienza a sentirse más de lo que
es, empieza a convertirse en oligarca.
En la acción política la escala de valores de todo peronista es
la siguiente: primero la patria, después el movimiento y luego los
hombres.
La política no es para nosotros un fin, sino solo el medio para
el bien de la patria, que es la felicidad de sus hijos y la grandeza
Nacional.
Los dos brazos del peronismo son la justicia social y la ayuda
social. Con ellos damos al Pueblo un abrazo de justicia y amor.
El peronismo anhela la unidad nacional y no la lucha. Desea
héroes pero no mártires.
En la Nueva Argentina los únicos privilegiados son los niños.
Un gobierno sin doctrina es un cuerpo sin alma. Por eso el
peronismo tiene una doctrina política, económica y social: el
Justicialismo.
El Justicialismo es una nueva filosofía de la vida, simple,
práctica, popular, profundamente cristiana y profundamente
humanista.
Como doctrina política, el Justicialismo realiza el equilibrio
del derecho del individuo con el de la comunidad.
Como doctrina económica, el Justicialismo realiza la economía
social, poniendo el capital al servicio de la economía y ésta al
servicio del bienestar social.
Como doctrina social, el Justicialismo realiza la justicia
social que da a cada persona su derecho en función social.
Queremos una Argentina socialmente justa, económicamente libre y
políticamente soberana.
Constituimos un gobierno centralizado, un Estado organizado y un
pueblo libre.
En esta tierra lo mejor que tenemos es el pueblo.
Le recuerdo Francisco De Narváez: el pueblo castiga la soberbia.
Nadie es culpable de ser rico, pero sí se es de creerse más de lo
que se cree. Y no entender las razones de los humildes.
El trabajo dignifica, el regalo humilla, la ayuda enaltece, pero
más enaltece la diginidad del trabajo. En el partido no hay
empleados, sino compañeros y es una estructura verticalista y
orgánica .
Es bueno que lo conozcan, pero también es bueno que lo conozcan
caminando la provincia, sin cámaras de TV, en el barro… ese barro
que no sabe ensuciar, porque es el barro de la pobreza digna, no del
otro barro blanco, que muchos consumen y del que casi nadie puede
salir…
El barrio de "Las Cañitas" o Florencio Varela: hay que tener
sensibilidad social.
Tómelo como una crítica constructiva. A la convicción y al amor
del pueblo le hace falta la información y el saber comunicar las
razones, pero es bueno volver a la esencia. Evita dijo por qué era
peronista.

Pensamiento vivo de Eva Perón
POR QUE SOY PERONISTA

El peronismo no se aprende ni se proclama, se comprende y se
siente, ha dicho Perón.
Por eso es convicción y es fe. Es convicción porque nace y se
nutre en el análisis de los hechos, en la razón de sus causas y de
sus consecuencias. Tiene el empuje y la dinámica de la historia en
marcha. Es la conciencia hecha justicia que reclama la humanidad de
nuestros días. Es trabajo, es sacrificio y es amor, amor al prójimo.
Es la fe popular hecha partido en torno a una causa de esperanza que
faltaba en la Patria y que hoy proclama el pueblo en mil voces
distintas en procura de una libertad efectiva nunca alcanzada, a
pesar del dolor y del esfuerzo de este glorioso pueblo de
descamisados.

¿Cómo las mujeres argentinas podrían desertar de esta causa de
todos?
En la lucha todos tenemos un puesto y esta es una lucha abierta
por el ser o no ser de la Argentina. Luchamos por la independencia y
la soberanía de la Patria, por la dignidad de nuestros hijos y de
nuestros padres, por el honor de una bandera y por la felicidad de
un pueblo escarnecido y sacrificado en aras de una avaricia y un
egoísmo que no nos han traído sino dolores y luchas estériles y
destructivas.
Si el pueblo fuera feliz y la Patria grande, ser peronista sería
un derecho; en nuestros días, ser peronista es un deber. Por eso soy
peronista.
Soy peronista, entonces, por conciencia nacional, por
procedencia popular, por convicción personal y por apasionada
solidaridad y gratitud a mi pueblo, vivificado y actuante otra vez
por el renacimiento de sus valores espirituales y la capacidad
realizadora de su jefe: el general Perón. Mi dignidad de argentina y
mi conciencia de ciudadana se sublevó ante una patria vendida,
vilipendiada, mendicante ante los mercaderes del templo de las
soberanías y entregada año tras año, gobierno tras gobierno, a los
apetitos foráneos del capitalismo sin patria y sin
bandera.

Mi solidaridad con el pueblo, cuya callada epopeya he sentido en
mi carne y he sufrido en mi sensibilidad, reafirma mi peronismo.
Porque he vivido los problemas del movimiento, su difícil gestación,
su desenvolvimiento y la victoria final de la Revolución y porque he
pulsado el amor apasionado que el general Perón alienta por su
pueblo y por sus vanguardias descamisadas, es que me he convertido
en humilde de esta causa del pueblo, un soldado con una fe
inquebrantable en el éxito y con un deseo irrefrenable de quemar mi
vida para alumbrar el camino de la liberación popular.
Soy peronista porque veo al general Perón levantarse al amanecer
y agotar su salud en interminables jornadas para proveer al
bienestar de su pueblo; soy peronista porque gradúo con su fatiga la
felicidad de su espíritu por llevar alegría y dignidad a los
trabajadores argentinos; soy peronista porque me ha sido concedida
la felicidad de compartir sus luchas, de sufrir sus olores de vivir
sus alegrías y de alimentar sus esperanzas, en un futuro mejor para
todos los que trabajan y para todos los desvalidos, de quienes nadie
se acordó hasta que él llamó al pueblo a la realidad de nuestra
patria. Soy peronista, en fin, por convicción y por sentimiento, por
confianza en la bondad y en los esfuerzos de los descamisados, en
esta lucha por la total independencia económica de la Patria, por
nuestra completa liberación y por nuestra absoluta y limpia
soberanía.
Este peronismo mío se ha retemplado en la lucha, se alimenta de
ella y se afirma en la fe. Tiene la fuerza incontenible de las
causas justas. Se ha forjado en la dignificación del trabajo, en la
humanización del capital, en la protección al desvalido, en la
prodigiosa multiplicació n de escuelas y hospitales, en la
potencialidad de las fábricas levantadas por la Revolución, en las
mejoras al obrero del campo. Este peronismo mío se ha forjado y se
afirma en este mismo lenguaje, que uso para definirlo, que es
lenguaje de pueblo y que choca y desagrada a los que usan el
lenguaje de la mentira coligada. En este mismo lenguaje, como lo
hago ahora, seguiré hablando a los descamisados de mi patria desde
las columnas de "Democracia" .

Eva Perón

A jugar con Francisco De Narváez

Muchos argentinos conocieron a De Narváez este verano cuando el
candidato por la provincia de Buenos Aires fue a ver
algunos partidos en Mar del Plata. Otros lo conocieron en algún
parador de Pinamar cuando unas promotoras entregaban revistas de
juegos de verano con crucigramas, sodokus, autodefinidos. .. editada
por el candidato…
La publicación era una verdadera obra de marketing político. La
mayoría de las respuestas (el sodoku no porque son número) son
palabras clave insertas en el discurso del candidato. Los tags son:
seguridad, buenos aires, democracia, voto (muchas veces), estado,
nación, política, provincia...
El último juego de la revista era un "una con flechas" donde hay
nombres de políticos con sus apodos. En al grupo A: Kirchner,
Duhalde, De Narváez, Carrió. En el grupo B: Pingüino, Cabezón, Colo,
Lilita.

¿Quién es Francisco de Narváez?
En este artículo se reúnen algunos trazos de la vida del
empresario supermercadista, ahora jugando el rol de
peronista "comprometido" con el pueblo de la provincia de Buenos
Aires. Hay fotos en fiestas de disfraces junto a su eterna amiga Sol
Acuña (con quien siempre se la ve en los bares de Las Cañitas),
declaraciones de su intento de suicidio, sus inversiones, el tatuaje
que lleva en su brazo derecho, entre otras intimidades…

http://www.seprin/. com/portal/ notas1/denarvaez .htm

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